¡¡¡¡FELIZ AÑO 2019!!!!

Hola amigos,

Lo sé, dije que iba a escribir análisis de algún disco como el "Dancing Queen" de Cher y alguna reseña de algunos libros o discos que me han llamado la atención durante el 2018, ha pasado casi un mes y no he entrado. En este tiempo he estado muy ocupado con mi otro proyecto, no puedo hablar de él puesto que no quiero que se gafe, pero comentaros que es algo que estoy a puntito de terminar, me quedan un par de días para hacerlo -casualidades de la vida, seguramente para Reyes- y que espero que lo disfrute mucha gente. No sólo por cuestión de ego, sino porque es algo en lo que he invertido más de un año de mi vida (con interrupciones involuntarias, sino ya habría terminado hace algún mes) y que lo he hecho poniendo mi alma en ello. En treinta y ocho años que tengo, es la cosa que he hecho por la que me siento más orgulloso y con diferencia. Es la primera que francamente creo que merece la pena de verdad. Estos días he llorado como hacía tiempo que no lo hacía, precisamente con esto, a parte de por estas fechas, que son tan emotivas para todos.

Todo el mundo recuerda en estas fechas aquellos seres que ya no están con nosotros. En mi caso, tengo a mis abuelos, mi padre, mi prima y alguno más que no mencionaré aquí, no por no recordarles, sino por mi respeto más profundo hacia otras personas que pudieran sufrir leyendo este texto. A esas personas las llevo y llevaré siempre en mi corazón. No me hace falta que termine el año para recordarles y que quizá se me quiebre la voz. Siendo sincero, que es como soy, os confesaré lo que me emociona estos días.

Recuerdo cuando era pequeñín y mucho tiempo antes de Navidad, mi hermano Alberto, que era otro crío cinco años mayor pero que siempre fue muy maduro y responsable, un pelín harto ya del coñazo del "niño" -así es como me ha mencionado hasta hace bien poco, cuando hablaba de mí- , para que me comportara en condiciones, me avisaba "Carlos, los Reyes Magos, te están viendo todo el año -yo flipaba en colores ante tal afirmación- y si ven que no te portas bien, no te van a traer nada". Recuerdo que los primeros años de Reyes, esperaba a que mis padres se despertaran, para abrir todos juntos los regalos y por otra parte, aunque creyera en los Reyes, para que me vieran abrir los regalos. Los últimos años, me acuerdo que con toda la ilusión, me tiraba encima de mi pobre hermano, que en ese momento seguía dormido. Y ahí íbamos a abrir lo que con tanto cariño y esfuerzo, nos habían dejado. A mí lo que me emociona es eso, recordar esos tiempos de inocencia, de estar con mi hermano y mi madre. Esa ilusión que me impedía dormir una cantidad de horas decente y que por la mañana afloraba del todo con ese estallido de felicidad. Mirad, si pudiera volver a algún momento de mi pasado, volvería a ese. No por lo material, sino por lo emocional, por estar con las personas que más amo y amaré hasta que me muera. Hoy en día nos vemos y por suerte tengo sobrinos y una cuñada, Sandra, que es maravillosa, a los que quiero con locura. Pero ya sabéis que la nostalgia es así.

Para animarme y recuperar la ilusión, que no he terminado de perder, pienso en esos objetivos que quiero marcarme para el 2019 y el que me propuse para el 2018. Comenzaré por el del año pasado. Se trataba de terminar el proyecto que os comentaba al comienzo de este post. Orgulloso puedo afirmar que más o menos lo he cumplido. Se me ha alargado porque lo he ido haciendo cada vez más complejo y por esas pausas, pero total, por un par de días más que necesita que le dedique para terminar, me doy por triunfador. Y ahora los que me he marcado para el 2019. El primero, terminar de recuperar la movilidad de mi cuello. Hay casos de personas más mayores que la han recuperado en otros sitios a base de esforzarse, ¿por qué no voy a poder conseguirlo yo? Por supuesto que sí, con esfuerzo y constancia, se puede lograr cualquier cosa que nos propongamos. Y mi otro objetivo, hacer mi siguiente proyecto. En total tengo idea para cuatro o cinco más, así que intentaré terminar el primero cuanto antes, sin pausas. Y si puedo, comenzar el siguiente.

Hablando de objetivos y metas. Os recomiendo que os pongáis siempre objetivos que sean posibles, retos que podáis conseguir. A mí me encantaría perder quince kilos, pero no voy a engañarme, no soy modelo y para llegar a perderlos debería estar sacrificado a un nivel que ya no estoy dispuesto. Sin embargo, los que me he marcado, sé que puedo lograrlos. En el peor de los casos, sino pudiera cumplirlos a rajatabla, pero por lo menos lo he intentado, también me sentiré orgulloso por el esfuerzo.

En fin, que no se me ocurría mejor manera para felicitar el año a amigos y familiares que aprovechar este blog para hacerlo. Un buen colega escritor, quien me aconsejó que utilizara este medio para crearlo, me dijo que ya tendría tiempo para pagar el dominio en cualquier momento. A ti, "R", te agradezco el apoyo y tu consejo. A lo que iba, ese podría contabilizarse como mi otro reto para este año que vamos a comenzar, no tenerlo tan apartado y escribir más a menudo. Lo tendré muy en cuenta, cogeré tiempo de aquí y de allá para invertirlo en este Rinconcito, que poco a poco también se está llevando una porción de mi corazón, porque como en todo lo que hago, procuro ponerle mi corazón, que es como mejor se hacen las cosas.

Me he dado cuenta que del momento de las Uvas, no he escrito nada y ya me he volcado con el tema de los Reyes, ha sido inevitable. No es lo que tocaba porque es Nochevieja, pero bueno, lo dejo tal cual me ha surgido. Otro día ya trataré las Uvas.

Os deseo de corazón que tengáis una gran salida y entrada de año. Que en este 2019 se cumplan todos vuestros sueños, que por fin haya un poco más de paz en este mundo y que haya más amor. Si todos pusiéramos aunque fuera un poquitín de nuestra parte, todo iría muchísimo mejor.

Un beso enorme y un abrazo fortísimo a tod@s.

Carlos.





Comentarios

  1. Ole tu arte jaja feliz año, estoy deseando saber que te traes entre manos. Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Próxima apertura.

Cambio de hora.

30 Años sin ti. Necesidad de decir "Te quiero".