El rincón de Carlos

Queridos amigos, ¿Qué tal os está yendo el verano? Si hay un mes que detesto en todo el año, ése es agosto. No soporto el calor, mi ideal es el invierno. Esos días en los que te sientas en el sofá y te cubres con una mantita hasta el cuello. Pero comprendo que para quien está todo el año currando fuera de casa, es su mes preferido. Tengo por costumbre leer antes de apagar la lámpara de la mesita de noche. Tengo adquirido el hábito y por muy tarde que sea, necesito leer para despejar la mente, ya sea de las preocupaciones que tenga en ese momento, o la obra que esté escribiendo, porque si me pongo a pensar en mis novelas, no puedo parar y soy capaz de tirarme la noche entera en vela nada más que dando vueltas a lo siguiente que vendrá en la historia. Este último mes he estado estresado y se me ocurrió que lo mejor es releer la obra completa de uno de mis autores preferidos, Tom Sharpe. Este autor inglés, tristemente fallecido en Gerona hace pocos años, fue un experto en escrib